martes, 28 de agosto de 2012

Rojo sangre y negro crimen

Si hay algún género literario que nunca pasa de moda y que es capaz de ofrecer en cada generación de escritores un nuevo clásico en su estilo, esa es sin duda la novela policíaca o negra. Aunque hoy en día se les denomina indistintamente por una u otra nomenclatura, hay críticos que las diferencia, tanto por el origen de una y otra como por su estilo. No obstante, y por muchos matices de los que se quiera dotar al género al final el concepto viene a ser el mismo, es decir un relato donde la intriga, la violencia, la denuncia social y los desarraigados encuentran su abono para crecer. Para aclarar un poco los términos, se dice que la novela negra (noir en francés) o hard-boiled (en inglés) es, como la definió Raymond Chandler en su ensayo El simple arte de matar (1950), la del mundo profesional del crimen. Debe su nombre a que originalmente fue publicada en la revista Black Mask de EEUUy en la colección Série Noire de la editorial francesa Gallimard, pero también al carácter oscuro de los ambientes en que transcurre su trama. Se puede decir, por tanto, que la novela negra es una rama de la policíaca clásica, precisamente en la que el crimen, la investigación, y la intriga son los únicos ingredientes principales. En la novela negra, junto a estos conceptos, interactúa con mucha fuerza uno nuevo, “la realidad social”. Pero en la práctica resulta difícil establecer los límites entre novela policíaca y novela negra.
Regresando a sus orígenes, hay quien ve en el clásico del terror psicológico Edgar Alla Poe (siglo XIX) su predecesor, aunque lo que sí parece más generalizado es que hablar de novela negra es hablar de dos grandes pioneros del género ya entrado el siglol XX: Raymond Chandler, creador del detective Philip Marlowe (no se olviden asociarlo a su imagen cinematográfica de la mano de Humphrey Bogart), y de Dashiell Hammett, creador del detective Sam Spade, también asociado a Bogart, aunque mucho más joven y con menos éxito en la gran pantalla.
Más allá de dudas terminológicas o asociaciones cinematográficas, lo que bien es cierto es que la novela negra o el género policíaco en general está más vivo que nunca, no ya solo gracias a nuevos y clásicos autores de diferentes estilos narrativos, sino también gracias a la aportación indirecta de muchas de las series televisivas que apuestan por la investigación criminal y que son las más exitosas. Una y otra se complementan para conseguir que el género siga permanentemente entre los gustos de los lectores.
Para propios en la materia y extraños en este género pero curiosos para adentrarse en él, aquí os dejamos una lista de diez títulos casi imprescindibles en el género. Por supuesto, no están todos los que son ni mucho menos, pero como orientación sirve. 
Para empezar, esta es la lista de los diez casi imprescindibles:

1. Los crímenes de la calle Morgue, Edgar Allan Poe. La novela de la que muchos expertos aseguran que es la pionera en el género negro. Este mismo año la editorial Cátedra ha reunido todas las obras del norteamericano Poe en un único volumen especialmente dedicado a su narrativa. También la editorial Akal recoge en una edición más económica sus 'Historias extraordinarias'.



2. El sabueso de los Baskerville, de Sir Arthur Conan Doyle. Imprescindible para todo amante de la novela negra es conocer a sus grandes maestros, y entre ellos, Sir Arthur Conan Doyle es uno de los indispensables en cualquier biblioteca detectivesca que se precie. Siempre hay disponibles diversas ediciones, según gustos y precios y según públicos (juveniles o adultos), aunque azuzados por el increíble éxito de la exquisita serie de la BBC que se emitió a primeros de años en España, se han relanzado múltiples ediciones. Destacamos aquí los tres volúmenes de todas sus obras anotadas por especialistas, que edita Akal, o las dos ediciones (cartoné y rústica, según las posibilidades de los bolsillos) de todas sus obras que ha sacado al mercado este año Cátedra.

3. Los siete pecados capitales, Agatta Christie. Seguimos con los maestros. Conocida como la indiscutible reina del crimen, novelas como 'Muerte en el Nilo', 'Asesinato en el Orient Exprés' o la mejor entre todas, 'Diez negritos', todas ellas llevadas al cine, siguen hoy en boga, pero recomendamos desde aquí una recopilación más original. Y es que la editorial RBA ha recopilado en un solo volumen y bajo el título de Los siete pecados capitales, siete obras maestras, siete retos para el lector que se corresponden asimismo con siete vicios del ser humano o pecados capitales: El misterio de la guía de ferrocarriles (soberbia); Se anuncia un asesinato (envidia); Cianuro espumoso (pereza); Maldad bajo el sol (lujuria); En el hotel Bertram (gula); Noche eterna (avaricia), y Cinco cerditos (ira).


4. Cosecha roja, de Dashiel Hammett. Su libro más emblemático y conocido es El halcón maltés (1930; en 1941 fue llevada al cine por John Huston), absolutamente recomendable, una novela donde la audaz mezcla de realismo descarnado y sentimientos románticos, habitual en la narrativa de Hammett (1894-1961), alcanza su mejor plasmación. No obstante. Cosecha roja es su primera obra, publicada por entregas en la revista Black Mask, y en ella la fusión de la narrativa con frases cortas y diálogos con continuos latigazos entre los interlocutores y escenas de continuos tiroteos y persecuciones supone el mejor ejemplo de la fusión entre el lenguaje de novelas de detectives o policíacas y el lenguaje cinematográfico.

5. ¡Bang, bang! Estás muerto (del I al IV), de la serie negra de bolsillo de Akal y editados por Moncho Alpuente y Luis Conde. Teniendo en cuenta que la novela policíaca de quiosco ocupó toda una época de la cultura popular de la larga posguerra española, al menos entre los años cuarenta y sesenta del siglo XX, esta recopilación que traemos aquí merece la pena ser tenida en cuenta. De hecho, revisar algo de lo mucho que se publicó en esas décadas permite comprender la sensibilidad de esos años y por dónde iba el imaginario popular, su desiderátum y sus fantasías. En esta antología se han reunido dieciséis títulos con la pretensión de abarcar las diversas tendencias y generaciones de escritores que fueron muy populares y que mantuvieron la afición de millones de lectores.
En cada uno de los volúmenes se incluyen diferentes novelas y autores. 

6. Los mares del sur, Vázquez Montalbán. Indispensable conocer al más famoso y peculiar de los detectives españoles, ese que en los años 80 la televisión nos encarnó en la figura enclenque y chulesca que proporcionaba a la perfección el actor Eusebio Poncela. Esta es la cuarta entrega de la saga (compuesta nada más ni nada menos que por veintitrés libros) que introducen en las investigaciones del célebre Pepe Carvalho, detective privado y apasionado de la gastronomía nacido en Barcelona y que malvive entre caso y caso. A través de su narrativa Vázquez Montalbán incita a caminar entre toda una galería de personajes, desde las altas esferas de la sociedad catalana, a las más bajas. Gracias a su trabajo, Carvalho va mostrando poco a poco que en la realidad ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Una buena dosis de realismo español.


7. Nueve dragones, Michael Connelly. Es uno de los más importantes escritores en cualquier género. Según mucho críticos, se trata de un moderno Raymond Chandler. Y es que Connelly conoce a la perfección cuales son los ingredientes necesarios y suficientes para fraguar una novela sabrosa y las cantidades que debe utilizar de cada uno de ellos: mucha intriga permanentemente sostenida, algo de desencanto por la labor del policía que no puede faltar, alguna fracción de relaciones personales difíciles, una parte de instinto policial pero siempre con la ayuda de la avanzada tecnología forense y criminal, un puñado de autojusticia y un toque final de búsqueda de la verdad independientemente de lo que al final puedan decidir los tribunales. Con todo ello, y al estilo Marlowe, ha sido capaz de relanzar y sacar a la novela negra norteamericana del pozo negro en el que cayó abandonada en los años 80.

8. La pulsión de muerte, Jed Rubenfeld. Actor, abogado, articulista y político son algunas de las profesiones que ha ejercido y sigue ejerciendo el escritor americano Rubenfeld. Un autor que ha conseguido consolidarse como novelista  gracias básicamente a dos libros en los que ha apostado por lo que es el género policíaco al que ha logrado devolverle su grandeza y su nobleza. De hecho su protagonista común sabe aunar las características básicas que debe tener toda novela para enganchar a sus lectores: asesinatos, bombas, secuestro, corrupción, venganza, y todo ello sazonado con una recreación histórica, una narración irresistible, una buena investigación y algo de psicoanálisis de Freud. Novedosas e inteligentes. La pulsión de la muerte es su mejor obra.

9. El redentor, Jo Nesbo. Nesbo es todo un fenómeno social en Noruega. Nacido en 1959, se le conocía como cantante y compositor, antes de dar el salto a la economía y la literatura. Desde que en 1997 publicó la primera novela de la serie del policía Harry Hole, se le ha aclamado como el mejor escritor policíaco de Noruega. Y, sin duda, es un referente de la última gran hornada de autores del género negro escandinavo. Es capaz de atraparte y hacerte olvidar que puedes dejar de leer. El redentor es su última gran apuesta literaria.



10. Niebla roja, Patricia Cornwell. Experta en determinar el mecanismo por el cual algo mata o deja de matar, ya se trate de una enfermedad, un veneno, un error médico, un acto del Señor, una pistola o un explosivo improvisado, es actualmente una de las escritoras de novela negra más  laureadas. Su personaje, Kay Scarpetta, la protagonista de su saga literaria, es un claro caso de de alter ego de la escritora, y lo dicho anteriormente se le aplica a ella sin dudar. Con esta novela, la última publicada, Patricia Cornwell se ha hecho con el V Premio Internacional de Novela Negra RBA, cuyo fallo se emitió a finales de 2011. La obra se impuso a 200 títulos de otros tantos autores de prestigio y no reconocidos, con lo que desde su misma publicación presenta una sus credenciales de éxito.

Esto es solo un ejemplo de lo que puede dar de sí el género negro. En próximas entradas volveremos a insistir sobre colecciones de obras dignas de tener en cuenta por calidad y precio o del colectivo que domina actualmente el sector de escritores policíacos: las mujeres.
(Foto principal del artículo extraída de Revista de Letras).

1 comentario:

  1. Buena selección.

    A mí también me gusta Asa Larsson, Anne Holt que la descubrí hace poco y ahora me quiero animar con Donna Leon y Alicia Giménez Bartlett. ¡Y tanto que dominan las mujeres! ^^

    Besos

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