Tras su reciente incursión en el mundo del ensayo
con su obra ‘La civilización del espectáculo’ (Alfaguara, 2012), el premio
Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa regresa a la ficción con El héroe discreto (Alfaguara, 2013), un
auténtico homenaje a su bagaje literario en el que el peruano vuelve a sus
orígenes, recupera lugares y personajes de sus anteriores novelas, como el
sargento Lituma (de ‘Lituma en los Andes’), o don Rigoberto, doña Lucrecia y
Fonchito (De ‘Los cuadernos de don Rigoberto’). En esta ocasión, ‘El héroe
discreto’ narra la historia paralela de dos personajes: el ordenado y
entrañable Felícito Yanaqué, un pequeño empresario de Piura, que es
extorsionado; y de Ismael Carrera, un exitoso hombre de negocios, dueño de una
aseguradora en Lima, quien urde una sorpresiva venganza contra sus dos hijos
holgazanes que quisieron verlo muerto. De nuevo, las dos ciudades donde se
concentran las aventuras y desventuras de gran parte de los personajes de
Vargas Llosa.
Ambos protagonistas se modelan como discretos
rebeldes que intentan hacerse cargo de sus propios destinos. No obstante, hay
diferencias: mientras Ismael desafía todas las convenciones de su clase,
Felícito se aferra a unas pocas máximas para sentar cara al chantaje. No son
justicieros, pero están por encima de las mezquindades de su entorno para vivir
según sus ideales y deseos. Pero, ‘El héroe discreto’ no narra grandes hazañas.
Vargas Llosa ha elegido personajes modestos, cuya batalla se libra en lo
cotidiano, en el escenario de sus pequeñas vidas, para hablar de su país hoy,
en plena expansión económica. Los personajes no luchan contra grandes asuntos;
pelean por el derecho irrenunciable a ser decentes en una sociedad donde todo
invita a tomar el camino corto de la trampa y el chantaje. Y lo hacen desde una
perspectiva absolutamente latinoamericana: a través del melodrama.
Y como nos tiene acostumbrado el universo
vargasllosiano, este es un libro lleno de humor, donde Piura y Lima ya no son
espacios físicos, sino reinos de la imaginación poblados por los personajes del
Premio Nobel, que resume de esta forma su concepto de ficción y literatura y
homenajea a lo que ha sido su historia como escritor.
Criticado por su
anterior novela ‘El sueño del celta’, Mario Vargas Llosa afronta lo mejor de su
universo creativo en una narración que supone su primera novela tras la
concesión en 2010 del Premio Nobel. Todo un reto para los lectores.