lunes, 23 de septiembre de 2013

Vargas Llosa regresa a la novela y a su Perú natal con dos héroes cotidianos

Tras su reciente incursión en el mundo del ensayo con su obra ‘La civilización del espectáculo’ (Alfaguara, 2012), el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa regresa a la ficción con El héroe discreto (Alfaguara, 2013), un auténtico homenaje a su bagaje literario en el que el peruano vuelve a sus orígenes, recupera lugares y personajes de sus anteriores novelas, como el sargento Lituma (de ‘Lituma en los Andes’), o don Rigoberto, doña Lucrecia y Fonchito (De ‘Los cuadernos de don Rigoberto’). En esta ocasión, ‘El héroe discreto’ narra la historia paralela de dos personajes: el ordenado y entrañable Felícito Yanaqué, un pequeño empresario de Piura, que es extorsionado; y de Ismael Carrera, un exitoso hombre de negocios, dueño de una aseguradora en Lima, quien urde una sorpresiva venganza contra sus dos hijos holgazanes que quisieron verlo muerto. De nuevo, las dos ciudades donde se concentran las aventuras y desventuras de gran parte de los personajes de Vargas Llosa.
Ambos protagonistas se modelan como discretos rebeldes que intentan hacerse cargo de sus propios destinos. No obstante, hay diferencias: mientras Ismael desafía todas las convenciones de su clase, Felícito se aferra a unas pocas máximas para sentar cara al chantaje. No son justicieros, pero están por encima de las mezquindades de su entorno para vivir según sus ideales y deseos. Pero, ‘El héroe discreto’ no narra grandes hazañas. Vargas Llosa ha elegido personajes modestos, cuya batalla se libra en lo cotidiano, en el escenario de sus pequeñas vidas, para hablar de su país hoy, en plena expansión económica. Los personajes no luchan contra grandes asuntos; pelean por el derecho irrenunciable a ser decentes en una sociedad donde todo invita a tomar el camino corto de la trampa y el chantaje. Y lo hacen desde una perspectiva absolutamente latinoamericana: a través del melodrama.
Y como nos tiene acostumbrado el universo vargasllosiano, este es un libro lleno de humor, donde Piura y Lima ya no son espacios físicos, sino reinos de la imaginación poblados por los personajes del Premio Nobel, que resume de esta forma su concepto de ficción y literatura y homenajea a lo que ha sido su historia como escritor.
Criticado por su anterior novela ‘El sueño del celta’, Mario Vargas Llosa afronta lo mejor de su universo creativo en una narración que supone su primera novela tras la concesión en 2010 del Premio Nobel. Todo un reto para los lectores.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Historias, personajes y sagas familiares en el nuevo libro de Julia Navarro


Tres años y medio después del lanzamiento de su aclamada ‘Dime quién soy’, cuyas ventas en todo el mundo superaron el millón de ejemplares, y tras los éxitos de otras obras como ‘La hermandad de la Sábana Santa’ o ‘La biblia de barro’, Julia Navarro ya tiene nuevo libro en el mercado. Bajo el título ‘Dispara, yo ya estoy muerto’ (Plaza & Janés, 2013), la escritora española continúa en cierta manera con su fórmula de saga familiar e intrigas dentro de la historia más reciente que tanta fortuna le reportó en su anterior éxito editorial y que tantos lectores mantiene atrapados entre sus fauces.
‘Dispara yo ya estoy muerto’ es en realidad una historia llena de historias, una novela que esconde dentro muchas novelas, que ofrece un friso histórico que arranca a finales del siglo XIX y llega hasta 1948. No sólo es la más ambiciosa novela de Julia Navarro, sino que es, sobre todo, una novela de personajes, prisioneros de las circunstancias y del tiempo histórico que les ha tocado vivir. Víctimas, en muchas ocasiones, de las decisiones tomadas por otros. Más aún, puede definirse como una emocionada crónica de una saga familiar que ahonda en la condición humana y que reivindica a las personas por encima incluso de las patrias. Y todo, a través de la apasionante historia de dos familias que persiguen sus sueños y luchan por sobreponerse a su propio destino.
  "Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse uno mismo es muriendo o matando..." Así arranca el libro que mantiene un enigmático título cuya razón de ser no se desvela hasta la última página, conservando de esa manera la intriga y la tensión, como ya sucediera en ‘Dime quién soy’, y que le supone a la autora española una buena excusa para sostener en todo momento la atención del lector sobre sus páginas.
Varsovia, San Petersburgo, Jerusalén, París, Madrid o Toledo son algunos de los escenarios que utiliza Julia Navarro para desplegar sus técnicas narrativas, muy vinculadas a sucesos y momentos históricos de referencia, y que  alberga más de una sorpresa, mucha aventura y emociones a flor de piel. Ingredientes de un cóctel al que la autora sabe sacar un buen rendimiento creativo.