miércoles, 3 de octubre de 2012

De pasiones y sensaciones

Con más de 40 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo y con más de cuatro meses en el número uno de los rankings de venta en España, la trilogía erótica de Cincuenta sombras, de E.L. James, ha abierto la veda a una especie de edad de oro de la literatura erótica, y más aún en este caso, con un alto componente romántico. Es curioso sin embargo que haya tenido que pasar tantas décadas, incluso siglos, y que haya surgido de la supuesta puritana sociedad americana para que ahora a estas alturas estemos hablando de éxito comercial y de revolución en el mercado del libro. Porque deben saber que ni tanta pasión y sexualidad en las letras es nuevo ni tanta avidez por narrar de forma tan gráfica y explícita los encuentros sexuales de los protagonistas comienza con esta saga. La lista de libros, trilogías, sagas que existen semejantes o incluso de carácter aún más abierto es larga, tanta como lo es la lista de sus lectores (inmensamente femeninos).
Sin embargo, no está de más remover u poco el mercado del libro y descubrir que no hay gusto o sensibilidad de los lectores que no esté representado en un género o sector del mercado editorial. Y este del romántico/erótico no iba a ser menos. Más aún, la venta de novelas románticas siempre se han mantenido en los primeros puestos del mercado, no solo en España, sino en el resto de Europa y América. Y con los mismo condimentos que la sombras de James. De hecho, resulta curioso que las lectoras, y sobre todos algunos lectores que no habían profundizado aún en este mundo, que se han adentrado de nuevas en el universo del erotismo literario sean los que con más fruicción defiendan y recomienden la trilogía de marras, mientras que las lectoras acostumbradas a esta literatura lo consideren una saga más, con mejor pluma y composición, pero nada que no se encuentre en otros libros. Y tienen razón, porque hasta en la conservadora Nora Roberts, la reina de las novelas románticas, el erotismo, la sensualidad y el grafismo en las pasiones humanas es evidente.
Por eso no está de más que recomendemos desde aquí algunos libros eróticos y/o románticos, clásicos y actuales para quienes quieran descubrir o redescubrir este género, que, como otro cualquiera, supone su contribución particular a los amantes de las letras:

1. El amante de lady Chatterley, de D.H. Lawrence. Está considerado como unas de las joyas del erotismo clásico. Publicada por primera vez en 1928 en Florencia, está repleta de referencias de carácter sexual y sensualidad. Concretamente, narra la historia de Connie, una joven rica casada con un aristócrata parapléjico, que mantiene relaciones con el guardabosques de la propiedad de su marido. Sus encuentros sexuales son descritos con toda suerte de detalles. En 1981 fue llevada al cine.
2. Delta de Venus, Anaïs Nin. Maestra de la literatura erótica, en esta obra concentra algunos de sus más destacados relatos, escritos con asombrosa plasticidad y sin omitir detalles. Algunos son realmente impecables, y todos dignos de leer.
3. Trópico de Cáncer/ Trópico de Capricornio, de Henry Miller. El neoyorkino Miller acabó de escribir su primera novela, Trópico de Cáncer en 1934, durante su estancia en París. Ese mismo año fue publicado en Francia, pero no fue hasta la década de los 60 que se levantó la prohibición que sobre él se había establecido en los países anglosajones. La sociedad puritana de la época había considerado escandalosas las aventuras de Miller, escritor y vividor. O, más que sus vivencias en sí, el hecho de que las cuente tan abiertamente, sin tapujos. En Estados Unidos se abrió contra él un juicio por obscenidad. Tampoco está de más releer sus otras novelas: Sexus, Plexus, Nexus. En su estilo es claramente notable su punto 'canalla' y de vividor sin remordimientos. Un placer para los sentidos.
4. Lolita, de Vladimir Nabokov. Clásicos donde los haya, la relación tempestuosa, pasional y absolutamenbte sexual del hombre maduro y la adolescente ha enganchado a generaciones completas, tanto entre las páginas de un libro absolutamente sensual y de composición impecable, como a través de los fotogramas de sus películas. Nunca es tarde para adentrarse en ella.
5. Mujeres, de Charles Bukowski. Una de las más aclamadas novelas de Bukowski. Su alter ego Henry Chinaski, el " viejo indecente", un perdedor nato, se encuentra a los cincuenta años con una creciente reputación literaria, algún dinero en el banco y mujeres: montañas de mujeres. Se le ofrecen en los recitales de poesía, le escriben cartas procaces, le telefonean sin cesar. Y Chinaski las quiere todas, quiere desquitarse de su largos años de forzadas abstinencias. Y, a la vez, este gigantesco maratón sexual es un proceso de aprendizaje, de conocimiento, en el que Bukowski no escatima sarcásticas observaciones sobre sí mismo, y en el que en el machismo de textos anteriores queda seriamente erosionado. Aún más canalla y vulgar en su vocabulario que Miller, pero al fin y al cabo, uno de sus mentores.
6. Las edades de Lulú, de Almudena Grandes. El sadomasoquismo y el fetichismo de bajo voltaje de 'Cincuentas sombras' queda anulado con el brutal desenlace sexual de esta novela de la autora española, cargada de sexualidad y sensaciones pasionales y con un final explosivo. También ha sido llevada al cine.
7. La trilogía de la Bella Durmiente (El rapto, El castigo y La liberación), de Anne Rice. Más conocida por sus Crónicas Vampíricas, publicó esta trilogía bajo el pseudónimo de Anne Roquelaure, pero se ha convertido ya en un referente de la literatura erótica. Escritora polifacética, en esta recreación solo para adultos del cuento de la Bella Durmiente, Rice deja volar libremente su imaginación y reproduce, a modo de novela fantástica, un auténtico universo de cuento de hadas pero donde los príncipes y princesas son adiestrados en la disciplina, autocontrol, dignidad y confianza a través de la débil barrera que separa el dolor del placer. El sado de Grey también queda diluido entre estas páginas, aunque no su filosofía. Destaca de esta trilogía la capacidad de su autora para describir sensaciones personales, sentimientos íntimos y para hilvanar una historia fantástica a través de la evolución psicológica de los personajes. Y en eso es notable.
8. La saga de los cazadores oscuros (Dark Hunters), de Sherrilyn Kenyon. Autora prolija donde las haya, esta saga cuenta con más de treinta volúmenes y otras sagas paralelas y amenaza con no parar. Además, en su haber cuenta también con otras muchas más sagas y una lista interminable de seguidoras en el mundo. Con Un amante de ensueño como precuela de la saga, Kenyon destapa la caja de las fantasías de sus lectoras con una novela irónica, simpática y con una fluida capacidad para integrar lo paranormal o antinatural con la realidad cotidiana. En este caso, la historia del semidios griego Julian de Macedonia (hijo de Afrodita, diosa del amor y la belleza) con su carga absolutamente erótica y sentimentaloide, abre las puertas a un mundo de perfectos hombres (físicamente hablando) inmortales, atormentados por sus duros pasados que encuentran el amor entre los brazos y el sexo de chicas mortales y corrientes. Un sueño para cualquiera con final feliz, como siempre ocurre en las novelas románticas.
9.No te escondo nada, de Silvia Day. Es la respuesta del grupo editorial Planeta al gran éxito de Cincuenta sombras de Grey, publicada por Grijalbo. Es el inicio de una trilogía donde la historia y los personajes no difieren en absoluto de la de James (chica joven, aunque no tan inexperta como Anastasia Steel) que conoce a chico joven que da la casualidad que es un empresario de éxito y un amante excelente en la cama. Es aún más directa en sus descripciones sexuales que la sombras, no trata el tema de dominación y sumisión, pero sus personajes no tienen la contundencia ni la capacidad de seducción que ostenta Cristian Grey.
10. Tres, de Melissa P. Recien publicado por la editorial Suma, supone el retorno de una autora que con mayor acierto ha tratado el tema del erotismo en la literatura, y su nueva novela viene rodeada de una buena crítica. Con voz clara y sin tapujos, desafía a abandonar cualquier certeza sobre la vida, el sexo y el amor, y a seguir a Larissa, capaz de perderlo todo con tal de vivir más allá de sus miedos. Es la historia de un amor compartido a tres bandas. Autora de otros títulos como Los cien golpes, El aroma de tu aliento y En nombre del amor, vuelve a sorprender con su frescura, claridad de ideas y compromiso a la hora de tratar uno de los grandes temas temas de la literatura: la capacidad de amar y sus límites.

Esta es una humilde selección, pero la lista es inmensa: Las once mil vergas de Apolinaire, todas las obras del Marqués de Sade, Terenci Moix, La pasión turca de Antonio Gala, Enmanuelle, Historia de O, por supuesto, El amante de Yourcenar y autoras de romántica de éxito como Diana Gabaldón, Nora Roberts, J.R.Ward, o la larga saga que ha inspirado la serie 'Blood' de Charlaine Harris.  En definitiva, mucho donde elegir y dejarse llevar por los sentidos y las pasiones.


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