viernes, 23 de mayo de 2014

Miami entra en el quirófano de Tom Wolfe para ser diseccionada

Ya octagenario, el periodista y escritor norteamericano Tom Wolfe (conocido en el mundo del periodismo por su impulso al llamado en la prensa anglosajona ‘nuevo periodismo’, como una renovación del estilo periodista con los métodos del novelista) publica ahora su cuarta novela, titulada en español ‘Bloody Miami’ (Anagrama, 2013).  Como ya acostumbra en su prosa de ficción, Wolfe disecciona fría, irónica y críticamente la ciudad de Miami, su sociedad y los grupos que la componen, como hizo ya hace más de treinta años con la Nueva York decadente pero fascinante en su novela más conocida, ‘La hoguera de las vanidades’. Más tardes, hizo lo mismo con una Atlanta en ebullición por la vorágine constructora previa a la celebración de los Juegos Olímpicos. Mientras que en ‘Soy Charlotte Simmons’ analizaba de manera brutal la Universidad estadounidense y sus problemas.
Sin embargo, ahora Wolfe viaja a Miami para pintarla con unos tonos vivos y enormes contrastes. En esta ocasión el escritor ha optado por una novela de corte coral, con personajes diferentes pero con un punto en común: la ciudad que fluye en sus vidas. En sus palabras encontramos a un joven policía cubano que cree que se comporta con heroísmo al salvar a un presunto perseguido por el castrismo; la novia que lo abandona para liarse con un psiquiatra de pacotilla para quien trabaja como enfermera; un paciente de este, un millonario adicto a la pornografía que ostenta el récord mundial de masturbaciones en un día; un joven periodista que busca la gran historia que lo consagre; su despistado director, que no sabe muy bien dónde se está metiendo; un inversor ruso en arte cuya fortuna tiene origen dudoso… y muchos más.
Miami se presenta aquí como una ciudad, que pese a ser norteamericana, está dominada por cubanos, por sus costumbres y hasta por su lengua, el español. Y su relato, como acostumbra a hacer este veterano del periodismo, provoca a todos con su peculiar estilo, plagado de admiraciones, onomatopeyas, cursivas... Tanto que obliga al lector a hacer un esfuerzo intelectual para no quedar atrapado en sus artificios estilísticos y avanzar en la trama al comienzo de la novela. Pero una vez pasado el trago, vale la pena su lectura. Crítica, irónica, ilustrativa como pocas y, sobre todo, divertida, ‘Bloody Miami’ es una buena recomendación para aquellos que buscan entretenerse con la lectura y empaparse del estilo de un buen novelista y de su incisivo sistema de analizar la realidad de las ciudades que le rodean.